En Le Mans, el español Marc Márquez (Honda) partió desde el décimo lugar de la grilla en la pista gala y logró ascender hasta el sexto puesto final en la competencia que concluyó con la victoria del italiano Enea Bastianini con la Ducati Desmosedici.
Tras recuperarse de duras lesiones y fuertes caídas, el múltiple campeón de Moto GP fue recuperando la confianza sobre su moto, que le permite obtener resultados más cercanos a su excelente historia dentro del Mundial de Motociclismo, pero parece haber llegado a un límite en el rendimiento de la Honda actual.
«Los ingenieros y yo estamos intentando encontrar la solución, pero dentro del box se nos están acabando las ideas. Esperamos que para el test de Montmeló puedan llegar algunas cosas y dar un pasito más».
«En la primera vuelta corrí riesgo para alcanzar el ritmo de los punteros, pero así y todo, he visto que iban más rápido. Quartararo tenía ritmo, pero yo no lo tenía. Me dediqué a terminar la carrera, encontrar mi ritmo sin obsesionarme con quién estaba adelante o quién venía detrás, en sentir lo que podía hacer y dónde podía llegar. La sexta posición vale, aunque era un real noveno, pero han caído tres pilotos. Ser sexto es un poco el objetivo que marqué el sábado», reconoció Márquez.
Para un piloto de la talla de Márquez, es difícil estar dentro de una competencia sin ser competitivo, pero es consiente del lugar que le toca, al menos por el momento. «Es difícil, sobre todo, porque si estás en un momento álgido, pruebas y pruebas y en seguida lo tienes claro, pero cuando tú también te tienes que esforzar por seguir mejorando tu pilotaje, todo esto es un poquito más difícil, pero es lo que toca ahora».
«Sabes que por mucho que arriesgues no vas a llegar. Estamos insistiendo, yo estoy intentando mejorar mi pilotaje; Honda está intentando encontrar la solución. Soy el primero que dice que necesitamos algo. Hay equipo, moto, ingenieros… y dentro del box se nos están acabando las ideas. Falta que vaya llegando material y que la moto vaya evolucionando«.
Al ser consultado sobre los problemas que le presenta la moto y sus pretensiones a futuro, explicó: «Yo no pido nada, yo explico dónde está el problema. Los ingenieros tienen que saber cómo solucionarlo. Están trabajando, no paran, están intentando encontrar soluciones. Por suerte, tanto mi comentario como el de Pol, Nakagami y Álex son muy similares. Unos lo sufren más y otros, menos. Esperamos que para el test de Montmeló puedan llegar algunas cosas y dar un pasito más. Mi problema sigue siendo el mismo de pretemporada. Cuando había mucho agarre el tercer día de test, la moto iba bien, pero esas condiciones no las encuentras nunca en un gran premio. Es completamente diferente. Lo que me temía en pretemporada, pues ha sucedido en Europa con pistas más pequeñas».
«Se está viendo un MotoGP muy abierto, con líderes diferentes en cada carrera. Para mi gusto, faltan adelantamientos, pero con estas motos es muy difícil adelantar».
Por último, Márquez hizo un análisis del presente campeonato, en el que destaca las actuaciones de algunos pilotos, pero también cree que algo le está faltando al espectáculo: «Está Quartararo, que todo el mundo lo esperaba. Luego, están Aleix (Espargaró) y Bastianini, a quienes no se esperaba. Se está viendo un MotoGP muy abierto, con líderes diferentes en cada carrera. Para mi gusto, faltan adelantamientos, pero con estas motos es muy difícil adelantar. Quartararo, Aleix y Bagnaia, son los más constantes. Bastianini es muy rápido en algunos circuitos, pero en otros sufre un poco más».