Tras el mal inicio de temporada en Viedma, donde un incidente lo dejó con las manos vacías y el auto roto, poco a poco va recuperando terreno Agustín Canapino, que en Toay pudo volver a ganar formando el 1-2 con el otro Chevrolet del JP y, además, se tomó revancha de lo sucedido en Centenario cuando una demora en la salida de boxes le negó el triunfo.
Sin embargo todo el fin de semana fue especial para él, porque significó el retiro de Guillermo Ortelli, alguien que estuvo muy vinculado a su carrera deportiva y también a la de su padre como preparador. Luego de conseguir la victoria, manifestó que «Benvenuti era el gran candidato, me pasó bien y recuperamos en boxes, por lo que perdí en Neuquén gané acá. Administré la diferencia y me cuidé de Santi, y en el final me pude escapar«.
«Así es el automovilismo, por eso es tan lindo. Todo cambia, todo va pasando. Hemos armado este equipo que es un volver a empezar, es la primera vez que armo algo sin mi papá y estamos mejor que nunca. Pero a partir de mañana a trabajar para compensar los 30 kilos que voy a tener y seguir siendo competitivos. Ganar en el TC es muy difícil, nadie se puede dar el lujo de no ganar«, aseguró quien va por su quinto título en la máxima.
Ortelli, el lastre, la Copa, Mangoni, Lema. Mirá la nota completa con Canapino en la que repasa todos esos temas: