La organización del Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1 quiere que la competencia de este año en -el reformado- Spa Francorchamps sea inolvidable. También con el trofeo especial, realizado con madera de un roble cercano a la pista ubicada en la región de las Ardenas, asfalto de la curva Raidillon y hasta agua del mismísimo Eau Rouge.
La traza sufrió importantes modificaciones, particularmente en las vías de escape de la mítica sección de curvas veloces Eau Rouge y Raidillon. De todas esas obras de ingeniería surgieron los materiales con los que se ha construido el premio para el podio, conservando de alguna manera la histórica modificación hecha por seguridad en las vías de escape.
Tiene la forma del circuito, con la madera del roble dentro de una caja de cristal. En el interior también hay agua rica en hierro del Eau Rouge, arroyo que corta al medio el trazado y da nombre a una de las curvas más famosos del mundo del deporte motor y, al mismo tiempo, trozos oscuros del asfalto de los años ’90.