Durante el final de la temporada 1953 se conoció que Mercedes-Benz retornaba a la competición y contrató a Juan Manuel Fangio para que sea el piloto Nº1 de la escudería que seguía bajo la dirección deportiva de Alfred Neubauer, como lo había hecho en la etapa dorada de los Grand Prix antes de la Segunda Guerra Mundial, y tras varios meses de desarrollo, y una vez que las condiciones eran las previstas para presentarse en una carrera contra las potentes escuadras italianas Ferrari y Maserati, el equipo de Stuttgart definió su estreno en el Gran Premio de Francia que se corría entonces en el circuito de Reims.
La organización de Neubauer y su régimen de trabajo inscribió para el Gran Premio de Francia que se corrió el 4 de julio de 1954 a tres unidades W196 carenadas (diseñadas por Hans Scherrenberg): con el Nº18 el argentino Fangio, y las restantes Nº20 y Nº22 para los alemanes Karl Kling y Hans Herrmann. Con esa características de una apariencia de auto de sport más que de F1, y más bajo que el resto de las unidades, los Mercedes demostraron su poderío desde los primeros ensayos en el circuito semipertamente de la viña francesa. Fangio marcó la «pole» con 2m29s4 (200,048 Km/h.) y superando por un segundo a Kling.
Alberto Ascari se ubicó tercero con la Ferrari a 1s1, y solo tuvo al lado a las Mercedes en la grilla (largaban en fila de a tres); detrás quedaron Froilán González (Ferrari) y Onofre Marimón (Maserati), los otros pilotos argentinos que entonces integraban el campeonato mundial de conductores.
Fue dominio absoluto de las «Flecha de Plata». En la largada, Kling «madrugó» a Fangio, con quien mantuvo un duelo interno que debió dirimir desde boxes Neubauer, y que en la última vuelta de las 61 quedó «acordado» para que el «Chueco» le diera el primer triunfo en F1, y de esa manera se encaminara a un bienio en donde el balcarceño logró dos títulos.
