A Max Verstappen le costó darle batalla a Charles Leclerc y su Ferrari en España por un fallo en el sistema que rebate el alerón para disminuir la resistencia al viento en las rectas, conocido como DRS. Y no fue la primera vez que algo así surge en los autos de Red Bull. Los problemas de activación del alerón móvil ya le habían afectado en la clasificación del sábado y hasta en algunas carreras del año pasado.
Se cambiaron elementos, los que se pudieron sin infringir normas que penalicen al piloto en Montmeló. El delegado técnico de la FIA comunicó que se reemplazaron el activador del DRS y los pasadores que mueven el ala trasera del vehículo del campeón mundial antes de la carrera. Pero los problemas aparecieron el domingo.
¿Cuál es la causa que se evalúa en el equipo?
El conjunto austríaco se enfoca en los daños que presenta el flap del alerón móvil, causados por la propia exigencia. Esto se fortaleció también en el auto de Sergio Pérez, que no sufrió inconvenientes.
El director del equipo Red Bull, Christian Horner, sugirió que el problema está en el grosor, peso o material de las piezas. Un alerón potencialmente más flexible es también susceptible a sufrir daños: «Estamos buscando cada gramo de rendimiento y el peso también es un factor«, explicó Horner. «Tal vez hemos sido demasiado ambiciosos en eso«, reconoció. «Debemos entender exactamente cuál es el problema porque pensamos que teníamos una solución y desgraciadamente no resultó«, añadió.
Los problemas de Turbo y MGU-H de Ferrari le devolvieron a Verstappen la mejor colocación en pista y los puntos no se perdieron. Pero ahora tienen también a los Mercedes avanzando, más allá de ser los únicos autos de punta sin abandonar en lo que va del año.