El 2 de julio, en el circuito de Mid-Ohio, la temporada de IndyCar llegará a su ecuador y el desempeño de Agustín Canapino sobre el Dallara-Chevrolet del equipo Juncos Hollinger Racing empieza a jugar un doble partido: por los puntos de la actual temporada y para ganarse un lugar en la grilla de 2024.
Una de las principales virtudes del arrecifeño, además de su notable talento, son la cautela y la mente fría para no distraer su mente del trabajo especifico sobre el auto, evitando desde el primer día pensar más allá del objetivo planteado para este año. “Teníamos este año de prueba, donde apostaron por mí. Están todos contentos, pero la categoría es muy costosa, son números estratosféricos«, explicó «El Titán» en Campeones Radio. «No dependerá de mí la desición, pero sí la performance. Yo estoy concentrado en dar lo mejor, poner 100% cada fin de semana”.
La temporada 2023 concluirá el 10 de septiembre con el Grand Prix de Monterey, en Laguna Seca y para ese momento habrá más certezas sobre las posibilidades de permanencia. “Después de septiembre, cuando la temporada termine, si Ricardo y su socio (Brad Hollinger) quieren confiar en mí, consiguen el presupuesto y me dan la oportunidad de un segundo año sería ideal. Ahí recién podría empezar a ver hasta donde se puede llegar. Por mi parte estoy trabajando muy duro, para aprovechar esta oportunidad al máximo, después el tiempo dirá, como dije el primer día y así será”, conluyó.
