La situación que vivió Agustín Canapino, pasada carrera y tras alguna noche de descanso, fue la entrega de premios oficial de las 500 Millas de Indianapolis. El argentino que corre dentro del Juncos Hollinger Racing, equipo donde el argentino Ricardo Juncos es copropietario, recibió los elogios de todos por una carrera histórica en donde los detalles propios de las competencias le privaron de un resultado que podría haberse dado entre los diez mejores.
«Muchos me saludaron y me llamó la atención para bien«, confesó el piloto en Campeones Media. «Muchos me felicitaron y estaban asombrados«, remarcó, pero insistió en que tuvo momentos inolvidables en medio de la carrera más famosa del mundo.
«Aprendí mucho atrás de Takuma Sato y Elio Castroneves, hice un curso acelerado en las 500 Millas yendo atrás de ellos. Puedo hacer un manual así de grande, porque la tienen atada«, graficó en medio de la distendida charla con el equipo Campeones. «No tenían los mejores autos pero te das cuenta cuando están ahí por conducción«, ensalzó Agustín al leer las maniobras con dos de los más experimentados ganadores de la carrera.
DIFERENCIA DE ESTILOS:
«Elio tiene un estilo muy inteligente y perfecto. Pero Sato está completamente loco, jugando con el límite constantemente y sacando jugo a las piedras. Elio entiende todo, los diferentes momentos. Sato entiende cómo preparar las maniobras, con el ‘momentum’. Procesé un montón de cosas que me ayudaron a pasar más autos»
Por último, rogó tener una nueva chance: «Tenemos margen de mejora, quisiera una tercera oportunidad. Depende de qué oportunidades tenga Ricardo Juncos, qué oportunidades tenga yo. No sabemos qué va a pasar, el 15 de septiembre termina el año y recién ahí sabremos«.