El error de David Malukas, que atrapó sin escapatorias posibles a Agustín Canapino contra el muro, queda fuera de responsabilidad deportiva o de manejo. Sin embargo, el incidente en la primera carrera del fin de semana de Indycar con doble acción en el óvalo de Iowa fue determinante para la inversión de horas-hombre trabajando en los autos.
«Con el accidente que sufrimos, se arruinó todo lo muy bueno que habíamos hecho hasta ahí«, explicó Canapino al término de la actividad. El piloto nacido en Arrecifes contó que esta situación repercutió en la preparación de la carrera del domingo: «Se destruyó el auto que teníamos y hubo que armar el auto de repuesto, sin probarlo y con poca confianza«.
Con dicha situación, la carrera dominical se hizo cuesta arriba y el argentino lo resumió diciendo que «hicimos lo que pudimos hoy«. Agradeció a los integrantes del Juncos Hollinger Racing «por haber hecho todo lo posible para poder correr luego de un enorme esfuerzo» y se enfocó en la carrera del próximo fin de semana en Toronto. Por su lado, Ricardo Juncos también señaló que «el equipo trabajó durante la noche para reconstruir nuestro auto de repuesto debido al daño en el número 78«, que es el de Agustín.