Extenuante. Así se puede definir una competencia de Fórmula 1 en Singapur, un trazado intrincado, exigente y sumamente desgastante para el piloto y auto, todo multiplicado por la elevada temperatura y humedad que generalmente reina en el circuito urbano de Marina Bay, el que cuenta con una extensión de 4927 metros, 19 curvas y características demandantes.
Por todo ello, Franco Colapinto afrontó una preparación particular, buscando llegar al final de la prueba en las mejores condiciones. «Singapur es sin duda una de las carreras más duras de toda la temporada. El desafío físico único lo sentí el año pasado por primera vez, así que este año he dedicado tiempo a un entrenamiento específico para el calor con el fin de prepararme para las condiciones extremas», señaló el argentino, quien el año pasado clasificó 12° y realizó una muy buena carrera.
«El circuito en sí es muy divertido de conducir. Es rápido, con muchas combinaciones técnicas de curvas y, por lo general, las carreras son bastante buenas. Tuve un comienzo interesante en la carrera del año pasado llegando a la curva 1, ¡muy, muy tarde en la frenada!», recordó Colapinto tras aquella gran largada, que por espacio de varias vueltas lo tuvo con el Williams entre los 10 primeros de la competencia.