La carrera en Barber Motorsports Park es la primera de la IndyCar Series desde que, en la última semana, salió a la luz la violación al reglamento por parte del Team Penske, lo que le valió una multa económica y la desclasificación de la carrera de San Petersburgo a Josef Newgarden (ganador en pista) y Scott McLaughlin (tercero). El equipo había manipulado el botón de adelantamiento o Push To Pass en sus tres autos para que sean usados en largadas y reinicios, algo prohibido por reglamento. Will Power no sacó ventaja de ello y por eso no fue desclasificado, aunque se le aplicó la misma penalización económica y se le descontaron diez puntos en el campeonato.
En conferencia, Newgarden declaró: «Lo usé ilegalmente en dos relanzamientos. No hay más que eso, son las reglas y no nos adecuamos a ellas. Hay sólo una persona sentada en el auto y soy yo, por lo que la responsabilidad de usar los Push To Pass en los momentos debidos es mía. Es mi deber conocer las reglas y las regulaciones en todos los puntos» expresó. Y agregó: «Le fallé al equipo, quiero pedirle perdón a nuestros fans, socios, compañeros de equipo y demás competidores. A todos los que están en nuestra comunidad».
Por su parte, Will Power hizo un posteo en sus redes aclarando que «no estaba al tanto de la situación hasta que fuimos notificados en Long Beach. Si bien acepto la penalidad, quiero dejar en claro que no infringí las reglas». McLaughlin también publicó en sus redes sociales, señalando que presionó el botón «brevemente y por costumbre, pero no sabía del cambio en la configuración». A su vez, dejó en claro que «no hubo ventaja sobre el resto de los competidores, al no haber pasado a ninguno».
En un comunicado oficial, el equipo Penske explicó que esta variante en el Push To Pass no fue removida debidamente tras los tests de los nuevos motores híbridos, y aceptó la penalización por parte de la categoría. Sin embargo, según Zak Brown, directivo de McLaren, estas explicaciones «no cuadran». «Estoy a gusto con las sanciones, pero siento que desde Penske se han puesto excusas. Un conjunto de ese calibre, y con esa clase de pilotos campeones, no pueden no saber qué tienen en el auto. Y los competidores no pueden desconocer las reglas»
Roger Penske es, además del titular del equipo homónimo, el dueño de la IndyCar Series, y convocó a una reunión en Barber antes de la clasificación de este sábado con los demás propietarios de equipo. Sin embargo, según el sitio Motorsport, los mismos decidieron no comentar lo que pasó en aquella charla.
