Desde la primera competencia que realizaron juntos Agustín Canapino y Ricardo Juncos, las 24hs de Daytona en 2019, el contacto entre ellos siempre ha sido fluido y con más de un proyecto por concretar. Uno de ellos, al que aspira el Titán y muchos seguidores del automovilismo, es correr en Indy, una de las categorías con mayor espectáculo, velocidad y reconocimiento del plano internacional.
Este fin de semana Canapino no tenía compromisos en Argentina, por lo que viajó al país norteamericano con su novia y coordinó una visita con Ricardo Juncos, el propietario del Juncos Hollinger Racing con sede en Indianápolis. A pesar de que no se pudo llevar a cabo una prueba en pista debido a que no había un motor de repuesto, el equipo le tomó las medidas al tetracampeón del TC para fabricar una butaca.
«El asiento de un Indy lleva mucho tiempo de preparación, es muy distinto a un auto de carrera de nuestro país. Lo hicimos para la prueba en el simulador y para que ya esté lista si algún día giramos en pista», explicó el ídolo de Chevrolet, quien próximamente estará de regreso para disputar los 200 kilómetros del TC2000 en Buenos Aires, junto a Christian Ledesma.