La reinauguración del autódromo «Enrique ‘Quique’ Freile» de El Calafate representa un desafío para los equipos de Turismo Carretera. Entre la adaptación y el descubrimiento de todo tipo de variantes como el clima, viento y frío, tipo de asfalto, comportamiento de autos en curvas y la tracción para salir hacia las cortas rectas, el valor del simulador fue más importante que el habitual.
«Vamos a un circuito nuevo para todos y eso siempre es un desafío, tenemos que aprovechar al máximo cada salida a pista«, aclaró Carlos Okulovich, que llegó al Sur de Argentina proveniente de Oberá, Misiones. «Este tipo de situaciones obligan a uno a informarse por distintos medios, bajarse mapas, mirar la mayor cantidad de fotos, ver el tema del clima, buscar notas periodísticas, etc. Además, la gente amiga de ‘Rosario Racers’ me instaló el circuito en el simulador y pude girar bastante«, detalló.
«Fueron muchas horas memorizando los sectores y fijando referencias«, reveló el misionero. Enumeró algunas, como «puntos de frenaje, radios de las curvas -que son varias-, para después comparar con las fotos y las imágenes satelitales«.
Este tipo de trabajo fue repetido por numerosos equipos. Son contados los que pudieron visitar previamente el lugar, por ejemplo aquellos enviados a las inspecciones de la ACTC. «Es fundamental visualizar y memorizar todo para, en el momento que me toque salir a pista, tener los distintos sectores bien fijados y aprovechar el auto desde el primer entrenamiento«, avisó Okulovich.
Para él, la 4ta fecha del año representa el viaje más extenso a un circuito desde su Oberá natal para manejar el Torino #82 que trasladó desde Venado Tuerto el equipo Maquin Parts Racing. Tras probar en La Plata días atrás buscan el mejor resultado del año en la Patagonia.