Así como sucedió en 2024 con Williams, la largada en el circuito de Marina Bay fue uno de los mejores obsequios de Franco Colapinto en la Fórmula 1 del 2025, manejando el Alpine A525. Los neumáticos más blandos disponibles y la capacidad de aprovechar los primeros metros con precisión dieron la chance al argentino, que salió en por el carril interno, la traza «más sucia», superando rivales en la largada del Gran Premio de Singapur.
La F1 destacó la reacción de Colapinto para mover el coche cuando se apagaron las luces rojas del semáforo, habilitando la salida. El chico de Pilar tuvo un lapso de tiempo de tan solo 29 centésimas de segundo desde que se apagó el «estímulo» de largada, contra las 37 centésimas que tardó Gabriel Bortoleto con el Sauber que largó delante suyo. En las cámaras a bordo de ambos se advierte cómo esto resultó clave para iniciar la superación del argentino al brasileño, en un duelo de sudamericanos.
Transitando la primera curva, quedó atrás Bortoleto y también Lance Stroll, con el Aston Martin, que había elegido el carril externo. Junto al Red Bull de Yuki Tsunoda hubo una batalla más extensa, que lo llovó hasta la tercera variante.
Colapinto largó 16° tardó pocos metros hasta acomodarse en el 13° lugar. Estas variables eran las que podía determinar el piloto, con valor agregado y habilidad personal. Luego, el ritmo que se podría sostener con el auto deportivamente más modesto de la F1 actual pondría un techo a las aspiraciones.
El desarrollo de la carrera no tuvo alteraciones y, en situación normal, fue difícil capitalizar una excelente largada y transformar el momento en el inicio de una recuperación. La realidad de Alpine volvió a poner las cosas en su lugar.