Las escuderías de Fórmula 1 trabajan nuevamente para disminuir el «porpoising« que se hizo presente en el comienzo del fin de semana del Gran Premio de España. Durante los ensayos, los pilotos informaron el regreso del rebote, producido por el efecto suelo, similar al movimiento que hacen las marsopas (Porpoise) en el mar, algo que complicó mucho durante la temporada pasada, aunque tiene antecedentes en la década de 1980.
La FIA trabajó para controlar el movimiento aumentando 15 mm en la altura del borde del suelo para este año, con la idea de que desaparecería para siempre, ya que las extremas oscilaciones afectan la salud de los pilotos; pero en los libres 1 de Montmeló, los primeros en salir a pista (Lando Norris, George Russell, Max Verstappen y Sergio Pérez) dieron la noticia de que sus autos volvían a rebotar, sobre todo en la última curva del circuito, un tramo del Circuit de Barcelona-Catalunya que fue modificado últimamente.
¿EN QUÉ AFECTA EL “PORPOISING”?
Cuando más rápido va un monoplaza, el aire pasa con mayor intensidad entre al asfalto y el piso del auto. Eso se disminuye por el «efecto suelo», que aspira al auto contra el asfalto y el flujo de aire se corta, anulando los niveles de carga aerodinámica, con menos aire sucio, por lo que los pilotos pueden correr más cerca unos de otros sin perder agarre. Cuando la carga aerodinámica desaparece de repente, el coche vuelve a su altura normal. Esto crea un ciclo de vibración aerodinámica que mueve la parte delantera y trasera del coche hacia arriba y hacia abajo como un balancín.
«Se están bajando más de 6 segundos. Al sacar la chicana antes la última curva, se volvió al trazado anterior y se mejoró la zona de escape. El aumento de velocidad en el circuito y que no se haya probado previamente, obliga a replantear la altura de los autos para aprovechar el efecto suelo. Red Bull empezó de abajo hacia arriba y otros equipos al revés. El piso del RB19 es un lujo. Seguramente clasificarán casi todos con el rebote, pero la mayoría tendrá que elevar el auto para la carrera«, estimó el Profesor Alberto Juárez.
Esto es una pesadilla para los pilotos. Sin ninguna amortiguación en los coches de F1, las fuerzas se ejercen principalmente sobre la carrocería. Luego, al bajarse del auto, aparece un intenso dolor de espalda.
Se estima que el regreso de este rebote es por un problema específico de la pista, que tal vez obligue a Mercedes y Red Bull a tener que ceder algo de rendimiento para controlarlo.