Uno de los icónicos Mercedes-Benz W196 R Stromlinienwagen con el que Juan Manuel Fangio supo ganar el Gran Premio de Argentina de 1955, válido por el Campeonato Mundial de Fórmula 1, será subastado por un precio superior a los 50 millones de dólares.
El chasis 00009/54, que procede de la colección del Museo del Indianápolis Motor Speedway, es uno de los 14 fabricados por Mercedes para F1 y se cree que es uno de los 10 que llegaron a la conclusión de la temporada de 1955, la última de la primera etapa de la marca alemana en el Mundial de Fórmula 1.
Esta “Flecha de Plata” es uno de los cuatro modelos montados con la carrocería “streamliner” (aerodinámica) y el primero de los que la lucen que se ofrecerá a compradores particulares. Construido en 1954, el vehículo resultó victorioso con Fangio en el sofocante Gran Premio de Argentina de 1955, aunque en aquella ocasión el “Chueco” utilizó la versión sin carenado.
Ese día, el balcarceño lograba su 14ª victoria en la Fórmula 1 y se convertía en el piloto más ganador en la breve historia de la categoría, superando a Alberto Ascari. Fue luego de una gran demostración física y mental, que le permitió manejar la totalidad de las 96 vueltas (3 horas), algo que no hizo la mayoría de sus rivales -quienes compartieron el auto con sus compañeros- excepto Roberto Mieres (5º a 5 giros). Fangio superó por 1m29s6 a José Froilán González (Ferrari), quien completó el “1-2” argentino en ocasión de su 3ª y última “pole position” y su 15º y último podio.
Otro piloto famoso que se puso al volante del W196 R fue Stirling Moss, quien lo utilizó para marcar la vuelta más rápida en el Gran Premio de Italia, que cerró la temporada 1955. Precisamente el coche se presenta a subasta con su librea de aquella competencia en Monza, que en definitiva resultó la última aparición de Mercedes en F1 por más 55 años.
Después de que Moss terminó esa temporada como subcampeón de Fangio (lo que marcó el primer “1-2” en el campeonato de Mercedes), la empresa destinó el coche a su colección interna para luego, en 1965, donarlo al Museo del Indianápolis Motor Speedway.
Desde entonces, este auto nunca se ha presentado formalmente en ninguna clase de evento público, ya siempre se mantuvo al cuidado del IMS. Para aquellos interesados en poseer esta histórica pieza de la historia del automovilismo, la casa de subastas Sotheby’s ha fijado un precio superior a los 50 millones de dólares.