A poco más de un año de la visita de la IndyCar Series a Mid Ohio en 2023, la categoría estadounidense vuelve al trazado de Lexington este fin de semana para desarrollar su novena fecha puntuable del año. Y nadie más que Simon Pagenaud debe recordar aquel sábado 1 de julio de 2023 en el que la Indy salió a pista para su segundo entrenamiento libre.
El francés, por aquel entonces piloto a tiempo completo del Meyer Shank Racing, acumulaba 88 puntos en el campeonato y había logrado meterse entre los mejores quince clasificados en tres presentaciones de las ocho que llevaba la especialidad. Luego de girar el viernes, la actividad de sábado comenzaba con la segunda práctica, que «cambió radicalmente la vida» del piloto de (en ese momento) 39 años de edad.
En la curva 4 del circuito, el nacido en la ciudad de Poitiers protagonizó un escalofriante accidente. Su monoplaza voló por los aires para posteriormente dar siete tumbos que se detuvieron, junto a él, con el golpe contra los neumáticos de contención. La preocupación del equipo médico que asistió a socorrerlo y del público en general amenguó cuando vieron al piloto bajar por sus propios medios del Honda-Dallara N° 60.
El escalofriante accidente que marginó a Pagenaud de la clasificación
Pese a presentar un buen estado de salud física en general, los estudios posteriores arrojaron que Pagenaud tenía síntomas compatibles con una conmoción cerebral y, por protocolo, no lo dejaron correr. Conor Daly se hizo cargo de la butaca en Mid Ohio, y luego Tom Blomqvist, y luego Linus Lundqvist… Así, hasta que se confirmó su desvinculación de la estructura en tanto atravesara el proceso de recuperación. Finalmente, el equipo confirmó a Félix Rosenqvist como reemplazo para 2024. Y el sueco aún ocupa su lugar en la presente temporada.
En sus redes sociales, Pagenaud publicó un emotivo mensaje a un año de su accidente, donde destacó que sigue siendo difícil aceptar lo sucedido.
EL POSTEO DE SIMON PAGENAUD EN SUS REDES SOCIALES
«En Mid Ohio, hace exactamente 1 año, mi vida cambió radicalmente. A veces me cuesta aceptar lo que pasó, pero estoy muy agradecido de estar aquí y progresar cada día.
Las lesiones cerebrales todavía se comprenden poco y a través de esta carrera de obstáculos aprendí mucho sobre mí, el atleta y el padre.
Mientras continúo mi rehabilitación, uno de mis mayores desafíos ha sido aceptar mi nueva “normalidad” y no poder operar a mi nivel más alto. Soy un luchador y seguiré esforzándome hasta mis límites para lograr mis objetivos.
Gracias por todo el apoyo.»