Muchas veces en el autódromo «Oscar y Juan Gálvez» de Buenos Aires se le ha dado la administración a personas que ignoran la realidad del deporte motor, y que fueron designadas por acuerdos políticos como ocurre en los últimos tiempos, motivando contradictorias situaciones a quienes inclusive son referentes, o con el periodismo, por decisiones incomprensibles para difundir su actividad.
Un caso insólito, e inexplicable, para quienes están a cargo del escenario porteño, fue el que le ocurrió a Franco Colapinto, quien en estos días está de visita en el país y fue hasta el trazado ubicado desde 1952 en el barrio de Villa Riachuelo para recorrerlo con un auto particular, lo cual le fue impedido por no contar con… una licencia de la Asociación Argentina de Volantes (AAV).
El pilarense, quien tiene Súper Licencia de FIA para competir en el campeonato mundial de Fórmula 1, como lo hizo en 2024 durante nueve competencias con Williams Racing y siendo piloto de reserva este año de Alpine F1 Team, no pudo concretar su deseo de transitar la pista del autódromo, luego de varias gestiones con los empleados administrativos, quedando trunca esta posibilidad para él quien nunca giró en los circuitos del escenario.
Meses atrás, a Nicolás Varrone, campeón mundial de WEC LMGT-Am con Chevrolet Corvette, ganador de las 24 horas de Le Mans, 24 horas de Daytona y en Sebring, le cobraron un abono por el uso de pista cuando realizaba un spot promocional del «Coliseo Porteño» para divulgarlo en la FIA.
Quedará por conocer si esta inusual medida podrá ser remediada en el futuro y que la administración del reconocido autódromo «Oscar y Juan Gálvez» sea dirigida por personal idóneo y criterioso para evitar estas situaciones irrisorias y que demuestran un claro desconocimiento de nuestra historia en el deporte motor, el cual sí es reconocido y valorado a nivel mundial.
Desde Campeones abogamos a que el Sr. Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri, y el secretario de Deportes, Fabián Turnes, puedan corregir estas desinteligencias en el autódromo y así cumplir cada uno con las tareas sin complicaciones burocráticas.