Por Camila Di Lullo
El sistema de límite presupuestario se introdujo en 2021 y tiene como objetivo reducir las diferencias entre los equipos millonarios y los que cuentan con un menor capital financiero. Al principio, los equipos podían gastar 145 millones de dólares. La cifra bajó desde 2023 y hasta la actualidad, a 135 millones de dólares, aunque se realizan ajustes anuales en base a la inflación.
Los equipos de Fórmula 1 se manejan con tres monedas diferentes: Los de Reino Unido con la libra esterlina; la escudería suiza, con el franco suizo; y en Italia, el euro. Los premios otorgados por la máxima categoría se pagan en dólares, por esta razón la FIA debe encontrar una nueva manera de equilibrar las diferencias.
La idea es que para 2026 el límite presupuestario aumente a 215 millones de dólares. Según Federico Lodi -director de regulaciones financieras de monoplazas de la FIA-, este incremento es un ajuste técnico. «El nivel de 215 millones es el resultado de dos factores: la inflación acumulada desde 2021 y la inclusión de ciertos costos que antes no se contaban dentro del límite. No significa que los equipos vayan a tener más recursos reales, porque ya estaban gastando en esas áreas, solo que ahora se reflejarán dentro del tope», explicó en una entrevista con RacingNews365.
También se mantendrán excluidos los salarios de los pilotos y los tres empleados mejor pagados de cada escudería. Lodi reconoció que tuvo que ceder en varios puntos: «Si redactáramos las reglas solos, serían más simples, con pocas excepciones. Pero tenemos que escuchar a los 10 —pronto 11 con Cadillac— equipos. Por eso terminamos con 20 o 25 exclusiones. Es el resultado de muchas negociaciones y concesiones.»
Ahora, el debate radica en el límite de personal. Algunos creen que los recortes de presupuesto afectan a los trabajadores, porque los equipos deben realizar el ajuste por algún lado, entonces realizan una reducción de personal para no superar el tope. «No hay una regla que limite un tipo de gasto en particular. Cada escudería tiene su ‘bote’ de 215 millones y decide cómo repartirlo.», argumentó Lodi.
Agregó que: «Si prefieren invertir más en ingenieros jóvenes o en mecánicos, es su elección. La idea es que el sistema se autorregule: si presionas demasiado a tu personal, lo acabarás perdiendo. Así que depende de cada equipo encontrar el equilibrio». Esto deja la decisión del lado de las escuderías, quitándole la responsabilidad a FIA sobre esa decisión.