El último campeón de Fórmula 1 terminó sus vacaciones y abrió el año con una exhibición en Zell Am See, Austria, donde se subió a un monoplaza de Red Bull que lucía el #1, el que utilizará el propio Max Verstappen este año.
En esa locación giró en una pista de nieve para la cual el auto debió ser modificado con ruedas especiales para esa superficie. Y lógicamente pudo dominar también en ese terreno.
Al bajarse del auto reconoció que era necesaria una pausa con su familia luego del emocionante final de temporada en la que obtuvo el campeonato: «Fue agradable alejarse de todo. Me lo pasé bien con la familia y los amigos y simplemente pasé algo de tiempo en casa«.
«Mientras tanto, por supuesto, me estoy preparando para la nueva temporada. Todavía no me he implicado demasiado, pero estoy entrenando dos veces al día. Lo hago en casa o salgo a correr fuera. Entre esos periodos paso algo de tiempo con la familia y en el simulador«, detalló acerca de cómo transcurrió las últimas semanas.
Al ser consultado por la posibilidad de llevar el número 1 en su auto, sentenció: «¿Con qué frecuencia tienes la oportunidad de cambiar de número? Además, el 1 es el mejor número que existe. Así que fue una decisión bastante fácil para mí conducir con el número 1«. Y añadió también de manera firme: «¡Y espero que el 33 no vuelva a estar en el coche el año que viene!«.
Para finalizar, explicó qué le genera ver el nuevo modelo de cara a la temporada 2022: «Parece un poco diferente, pero al final del día sigue siendo un coche de Fórmula 1«.
