El comunicado de la Fórmula 1 indicó:
«Tras las conversaciones mantenidas entre la Fórmula 1, el presidente de la FIA, las autoridades competentes, incluidos los ministros pertinentes, el presidente del Automóvil Club de Italia, el presidente de la región de Emilia Romagna, el alcalde de la ciudad y el promotor, se ha tomado la decisión de no seguir adelante con el fin de semana del Gran Premio en Imola».
«La decisión se ha tomado porque no es posible celebrar el evento con seguridad para nuestros aficionados, los equipos y nuestro personal, y es lo correcto y responsable dada la situación a la que se enfrentan las ciudades de la región. No sería correcto presionar aún más a las autoridades locales y a los servicios de emergencia en estos difíciles momentos».
Los anuncios se dieron tras las reuniones del miércoles por la mañana con autoridades y el promotor de la carrera. Se determinó que la carrera no puede celebrarse con seguridad y tampoco sería compatible con el riesgo al que se enfrenta la comunidad y el aumento de trabajo sobre los servicios de emergencia.
Al menos dos personas han muerto debido a las condiciones meteorológicas que han azotado la zona durante el mes de mayo. Las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento de más de una docena de ríos en 24 horas y se mantienen las alertas rojas por inundaciones y corrimientos de tierra para este fin de semana.
El martes por la tarde, la F1 había ordenado la evacuación al personal del paddock que estaba instalando los boxes ante la amenaza de desborde del Río Santerno (foto principal), junto al circuito. También se les ordenó que no regresaran al circuito el miércoles, cuando en definitiva se tomó la determinación actual de no correr.