De las lágrimas en su primer largada frente a la sede central del Automóvil Club Argentino hasta los recuerdos que de chico tenía. Moisés Osman veía en la Plaza 25 de Mayo de San Juan a los protagonistas, cuasi héroes, de los míticos Grandes Premios cuando joven hasta que al fin cumplió el sueño y tras un largo trecho logró su cometido. Para aventurarse en los formatos de Gran Premio Argentino Histórico, organizado siempre por el ACA, convocó a su hijo Maximiliano y desde entonces consiguieron ser protagonistas indiscutidos.
La Copa YPF 100 años «impulsando lo nuestro» quedó en poder de esta dupla, tras un comienzo dominante que se diluyó por el tráfico de la Ruta Nacional 7 en el último día de la 19na edición de la competencia. El binomio que reside en Córdoba, con padre al volante e hijo en los cálculos y hoja de ruta, recibió la bandera de cuadros en manos del Sr. Jorge Revello, Vicepresidente del ACA y presidente del comité organizador tras 1.820 kilómetros recorridos en cinco días por Potrero de los Funes, San Luis, Merlo y Bragado.
En las serranías puntanas, los Osman se destacaron como expertos y más de dos segundos de diferencia. Se trata de una distancia poco habitual, por lo que se pensó en una cómoda situación. Hasta que en el día final se redujo la acción a escasas 79 centésimas. «No hay nada como ganar un Gran Premio«, admitió Moisés, emocionado, mientras Maxi resumía que «el secreto para ganar un Gran Premio está en no cometer errores y tener un rendimiento parejo«.
Con la cuarta victoria en el GPH (2011, ’17, ’18, ’22), los Osman quedan una de las cinco obtenidas por Miguel Gómez Fernández y se distancian en la estadística de Carlos Berisso, que consiguió la insignia máxima en tres oportunidades.
Segundo en la tabla general estuvo la dupla Vergagni-Sorrentino (ganadores del GPAH 2019) con otro Peugeot 404. Terceros terminaron García-Riccio, adjudicándose la clase TCC con un Volvo 122, mientras que en cuarto los Sciacchitano con FIAT 1500 berlina y quintos los paraguayos Gauto-Meier con VW Passat. En la categoría velocímetro vencieron Pablo Abat y Alejandro Passarini con un Peugeot 403.
La Gran Carrera, que además cumple un rol solidario, dejó como beneficio 25 kilogramos de alimentos no perecederos por cada auto a Cáritas Argentina, entregadas a la diócesis local. De la prueba largaron 104 pilotos y terminaron el recorrido 94.
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