El triunfo de Charles Leclerc en el Gran Premio de Austria cerró un festejo particular para Scuderia Ferrari, al celebrar el 90º aniversario del reconocido escudo que llevan las máquinas rojas en su carrocería: “Il Cavallino Rampante”, emblema que utilizó por primera vez Enzo Ferrari el 9 y 10 de julio de 1932 en las 24 horas de Spa-Francorchamps.
Fue entonces que “Il Commendatore” se hizo cargo del equipo Alfa-Romeo, y compitió en el trazado belga con dos modelos 8C 2300 cm³ conducidas por las duplas conformadas por Antonio Brivio y Eugenio Siena en el coche Nº38, y Piero Taruffi con Guido d’Ippolito con el Nº40, consiguiendo el “1-2” para la escuadra de Módena.
El origen del escudo se remonta a un as de la aviación italiana durante la Primera Guerra Mundial, Francesco Baracca, quien lo usaba en sus aeroplanos y lo habría tomado de un aviador alemán que abatió en una de las tantas batallas que enfrentó. Ferrari alguna vez indicó que ese emblema se lo recomendó la madre de Baracca, quien le dijo que si lo usaba le traería suerte en el futuro.
«Cuando en 1923 gané el primer circuito del Savio, que se disputaba en Ravenna, conocí al conde Enrico Baracca y posteriormente a la condesa Paolina, los padres del héroe. Fue la Condesa quien un día me dijo: ‘Ferrari, ¿por qué no pone en sus coches el cavallino rampante de mi hijo? Le traerá suerte’. Il Cavallino era y seguirá siendo negro; yo añadí el fondo amarillo canario, que es el color de la ciudad de Módena», recordó «Il Commendatore».
“Il Cavallino Rampante” brincó en Spielberg y domó al Red Bull, con un jinete afianzado como Leclerc que volvió al triunfo y festejó con el equipo italiano este especial aniversario de un reconocido emblema que admiran los tifosi, en las pistas y las calles del mundo.
