“Mantenerse desde 2019 entre los 3 mejores de la categoría más difícil de Argentina en equipos, en pilotos y en paridad no es sencillo”. La frase de Mariano Werner a Campeones, cargada de emoción en medio de los festejos del domingo pasado en el Circuito Internacional San Juan-Villicum, denota el valor que le da el entrerriano a ser protagonista en el más alto nivel del Turismo Carretera -más allá de los títulos conseguidos: nada menos que 3 en los últimos 5 años- y la exigencia física y mental que esa tarea conlleva.
En los otros dos torneos, el actual piloto del Fadel Memo Corse Racing culminó 3º (2019) y subcampeón (2022). Que un piloto termine en 5 campeonatos consecutivos entre los 3 mejores de la tabla anual es una performance que en el TC no se veía desde fines de la década del ‘90, con Juan María Traverso. El “Flaco” fue campeón en 1995, 1996 y 1997 con Chevrolet y repitió con Ford en 1999, luego de ser 3º en el certamen de 1998, también con el “Óvalo”.
Werner mostró rápidamente que sería una figura del TC: ganó en su 25ª carrera (Paraná 2009) y peleó por 1ª vez por la corona en su 2ª temporada completa (2010). Desde entonces, se convirtió en un animador permanente de la categoría. Sin embargo, alcanzó su esplendor justamente a partir de 2019, cuando para estar más enfocado en su rol de piloto dejó la atención de su propia escuadra luego de 5 temporadas consecutivas. Y decidió copiar la exitosa receta aplicada por Agustín Canapino y su padre Alberto: un grupo de trabajo exclusivo para su auto, que la acompañe donde quiera que vaya.
Por eso, más allá de los cambios de equipo y de autos que protagonizó en estos 5 años, el tricampeón siempre se rodeó básicamente del mismo grupo humano. Un conjunto que se terminó de ensamblar completamente en 2020, cuando “Rody” Agut reemplazó a “Machete” Esteban en la preparación de los motores, primero secundado por Aldo “El Indio” Fasano y luego por Lucas Elías. Y en el que Mariano cada vez ganó más autonomía a la hora de establecer los parámetros de la puesta a punto de su auto; de hecho ya no cuenta con un especialista en el chasis, como sí lo hace la gran mayoría de sus rivales.
Cabe recordar que en ese lapso de un lustro, Werner pasó por el DTA Racing (2019/2020), el Azul Sport Team (en las últimas 5 fechas de 2020), el Gurí Martínez Competición (2021) y desde el año pasado, está en el Fadel Racing, con una mudanza de taller durante el último receso veraniego. Además, empleó 4 autos diferentes en ese mismo período: el chasis F018 (2019/2020), que estrenó en Paraná 2016 y hoy está en el Museo del TC; el F033 (2021), que hoy corre Rodrigo Lugón en TC Pista; el F031 (2022), que le prestó Faustino Cifre; y el F039, que estrenó en Concordia 2022 y con que se coronó recientemente.
Con esos cambios de equipos y autos, y en una categoría como el Turismo Carretera que permanentemente proyecta nuevos valores que se destacan desde su llegada a la categoría y que cuenta con varios experimentados que se mantienen vigentes, el mérito de Werner de mantenerse en la cima de la “máxima” ha sido enorme. La performance del entrerriano, quien prácticamente no ha tenido altibajos, se ve reflejada en las principales estadísticas del período 2019-2023, en las que exhibe una clara supremacía sobre el resto.
Werner es el piloto con más “pole position” (10), seguido por José Manuel Urcera (8). El que más series ganó (25), contra 19 de Agustín Canapino. El que más veces (20) largó la Final desde la “pole position” (20), escoltado por el “Titán”, con 9. El que más victorias consiguió (13), con el arrecifeño en el 2º lugar (7). El que más podios obtuvo (24), superando por 2 a Canapino (22). El que más récords de vuelta marcó (13), secundado por Agustín (10). Y el que más vueltas en Finales lideró (387), contra 187 del ídolo de Chevrolet.
La renovada ausencia de Agustín Canapino por su actividad en IndyCar y la probable falta de continuidad de Matías Rossi a raíz de su regreso al TC2000 erigen a Mariano Werner como el referente absoluto e indiscutido del Turismo Carretera de estos tiempos. Y con todo a su favor para mejorar su posición en el ranking de los pilotos más exitosos de la historia del TC, que ya lo tiene entre los 10 más campeones. La temporada 2024, con el cambio del Falcon al Mustang, representa una incógnita para el entrerriano, pero su hambre de gloria, su talento arriba y abajo del auto y el grupo humano que lo respalda han demostrado ser herramientas confiables para superar cualquier desafío técnico.