Mariano Werner y Agustín Canapino terminaron retrasados en la final que el Turismo Carretera disputó el pasado domingo en Termas de Río Hondo. Ambos con una falla, bien clara en el sonido de sus motores cuando apareció la misma, un inconveniente casi en común para estos dos campeones de la categoría.
El problema con una bujía lo hizo penar a Mariano Werner, quien tras largar en el puesto 26 llegó a ubicarse octavo, con una proyección que lo hacía ilusionarse para las vueltas finales. De golpe apareció el inconveniente que lo fue retrasando por rendimiento del motor, pero logrando llegar en el decimotercer lugar. El paso de los días, y tras repasar y desarmar el impulsor, permitió no encontrar ningún otro problema.
Lo de Canapino fue luchando más adelante, ya que era tercero luego de partir sexto la competencia. “Se saltó el cable de bujía, no sabemos la causa, aunque mucho misterio no tiene. O está la porcelana de la bujía rota, ya que la bujía floja no estaba. En todo momento inicia la falla hasta que se entra a salir el capuchón. Ahí fue a boxes, lo bajamos, anduvo 4 vueltas bien y de nuevo falló. Fue de nuevo a boxes, hicimos lo mismo y otra vez falló con el capuchón levantado. Nunca nos pasó”, explicó Martín Costanzo, el motorista del piloto arrecifeño lamentándose lo ocurrido en Termas.
Tras la quinta final del año, ahora el arrecifeño está 14° en el campeonato, saliendo de los 12 primeros lugares. Mientras que Werner avanzó del 25° a la 23era. posición, todavía muy poco para un tricampeón de Turismo Carretera.