Las 12 Horas de Sebring de la serie IMSA se pusieron en marcha y dos representantes argentinos estaban listos para ir en búsqueda de un buen resultado sus categorías.
Luis Pérez Companc tuvo la labor de conducir el LMP2 del Richard Mille AF Corse desde el inicio de la competencia y lo hizo partiendo desde el puesto N°8. En los primeros minutos mostró un buen ritmo y logró avanzar hasta la cuarta posición, pero al llegar a la primera hora de carrera golpeó su auto, dañando elementos que debían ser reparados. Con fortuna pudo llevar su auto hasta boxes y luego de haber perdido una decena de vueltas, volvió a pista.
Diferente suerte vivió Nicolás Varrone, que sabía que debían tener un buen inicio tras haber clasificado 21°. Las cosas continuaron por la senda de la poca fortuna y con apenas un par de giros completados, su compañero canadiense Anthony Mantella debió detenerse por fallas en el alternador del Chevrolet Corvette N°17 del equipo AWA Racing, que pudo reparar y devolverlo a pista, pero el terreno perdido era mucho y decidieron optar por el abandono, sin que el piloto de Maschwitz pudiera subirse al auto.