Los rumores comenzaron hace tiempo y a pesar de que las intenciones de Max Verstappen por salir de Red Bull parecían estancadas, surgió la información de parte de medios alemanes, que asegura que además de Adrian Newey, los austriacos también corren peligro de perder a su piloto estrella. Las negociaciones con Mercedes parecen estar confirmadas para mediados de mayo.
El GP de Miami, próxima cita para «La Máxima», sería el momento previo a la cumbre entre Toto Wolff, jefe del equipo; Ola Källenius, director ejecutivo de Daimler (empresa matriz de Mercedes); y James Ratcliffe, presidente de INEOS, por un lado, con Max, su padre Jos, y el empresario, Raymond Vermeulen.
El neerlandés decidirá allí si le convence la propuesta y cierra su paso a Mercedes para 2025, a pesar del contrato que lo une a Red Bull hasta fines de 2028. Esto sería posible gracias a una cláusula de salida, que depende de un factor: Si Helmut Marko ya no estuviera en el equipo, el piloto tendría libertad.
Verstappen llegaría para ocupar la butaca que dejará Lewis Hamilton, quien se vestirá de rojo con Ferrari. El salario actual del inglés supera los 50 millones de euros al año. Para Verstappen, Mercedes prepara un combo que asegure un «sí» como respuesta y para ello ofrecerá además, un contrato de embajador de la marca a largo plazo, incluso cuando haya finalizado su carrera en la F1. Con bonificaciones y pagos especiales, Verstappen podría ganar alrededor de 150 millones de euros al año. Incluso están dispuestos a integrar a Helmut Marko en el acuerdo.
Más allá del dinero que ofrezca Mercedes, el tres veces campeón del mundo quiere garantías de que la Flecha de Plata 2025 será mejor que la actual. Para ello requerirá a Mercedes que incorporen a técnicos de Red Bull junto a él.
