En la noche del martes, Osvaldo «Cocho» López, Gabriel Raies, Miguel Ánguel Guerra y Guillermo «Yoyo» Maldonado se dieron un enorme gusto al conversar con Ricardo Juncos, propietario del Juncos Hollinger Racing. En ‘Grandes Campeones’, contó la actualidad de su equipo en la IndyCar, y dio precisiones acerca del óvalo texano donde corrió Agustín Canapino este fin de semana.
Las características del óvalo de Texas
«Los peraltes de Texas son el doble de Rafaela, como una pared vertical. Además la pista es muy ancha: en la carrera se veían tres autos abajo y todavía sobraba lugar.» contó el propietario del equipo con el que trabaja Agustín. Y amplió: «Al doblar tan rápido, tenés una fuerza G lateral y otra hacia abajo, que cambia permanentemente en la recta.»
Si uno ve el circuito texano desde arriba, se encuentra con un trazado, a priori, raro. Sobre esto, Ricardo Juncos explicó: «La pista es muy asimétrica. Es como un óvalo deformado, por lo que hay muy pocos segundos entre un curvón y otro y todos se encaran de manera diferente. Hay que pensar dos veces en la vuelta, y el auto también reacciona distinto. Por eso los pilotos tienen que estar muy atentos a los controles que tienen arriba del auto para mantener el balance»
Además de todo eso, que a la velocidad de un IndyCar es realmente dificilísimo, hay que sumar la dificultad que de por sí acarrea una competencia. Por eso Juncos recordó: «Eso sólo en lo que involucra a la pista. Después tenés que sumar al resto de los autos y todos los elementos de la carrera a los que también hay que prestarles atención. Y así durante 250 vueltas» Un desafío casi imposible para cualquiera.
El Juncos Hollinger y sus obstáculos
«Sabemos cuál es nuestra condición como equipo. En este tipo de pistas a tan alta velocidad, no tenemos ni diez minutos de ensayo de túnel de viento, que sí lo tienen todos los equipos grandes. Eso es una barrera, porque consideramos que estamos al máximo rendimiento en la parte técnica. Si buscamos más, probablemente venga un accidente, porque no tenemos data de áreas donde no hacemos prueba» En las carreras, las distintas pruebas estiran o reducen los contrastes entre los equipos: «En otros circuitos, donde la aerodinamia no es tan importante, no hay problema. Pero la clasificación en óvalos como el de Texas significan una lmitiación para nosotros, aunque en carrera esas diferencias se achican.»
«Tenemos muy poco presupuesto y muchas cosas para hacer. Hay que administrar lo que tenemos.» precisó en cuanto a la capacidad económica del equipo, y sus posibilidades de crecimiento. Y siguió: «Aún si tuvieramos el dinero para hacer la prueba del túnel de viento, necesitaríamos ingenieros aerodinamicistas que no tenemos, y meses de desarrollo para interpretar esa data.»