Ricardo Juncos aprovechó un espacio en su agenda en Norteamérica para viajar a su país natal, pero nada tuvo que ver este viaje con descanso, sino que por el contrario, el oriundo de la zona norte de Buenos Aires continuó trabajando por su propósito de traer la IndyCar a Argentina. Días atrás visitó el circuito de Termas de Río Hondo junto a autoridades de la popular categoría, que analizaron la posibilidad de organizar una carrera allí. El titular del Juncos Hollinger Racing también presenció este domingo la final que el Turismo Carretera disputó en el autódromo pampeano de Toay, donde se pudo ver al flamante piloto de IndyCar Agustín Canapino.
Juncos compartió un momento en la cabina del equipo Campeones y se brindó a dos entrevistas: una en el aire de Continental y otra mano a mano con Pablo Culela. Entre otras cosas, «Ricky» contó detalles de la sorpresiva inspección al circuito de Santiago Del Estero: “Vinieron cuatro personas y quedaron maravilladas con la pista, que es de primer nivel mundial. Se volvieron muy contentos y conformes», aseguró.
Uno de esos cuatro enviados en representación del dueño de la categoría Roger Penske, fue nada menos que Mark Miles, el CEO y uno de los hombres de más peso a la hora de tomar decisiones junto a Roger. «Que haya venido él demuestra la importancia que le están dando, porque si no hubieran mandado a cualquier otra persona», reflexionó.
Si bien el interés de parte de la categoría por volver a tener una plaza en Sudamérica (Corrió en Brasil en 2013) es real, las negociaciones recién han comenzado y no es fácil reorganizar la logística para salir de Norteamérica. La Indy es un espectáculo que tiene todo armado en base a una estructura arraigada al público de Estados Unidos, a sus circuitos dentro del país y con patrocinadores en su mayoría locales. «El 95 por ciento de nuestros patrocinadores, son de Estados Unidos y si vamos a darles la publicidad, la notoriedad y el negocio que desean tener, es difícil hacerlo en Abu Dhabi», dijo Penske en 2018. Pero han pasado unos años y hoy la categoría ve con buenos ojos la idea de alimentar al creciente público latinoamericano. La llegada de Agustín Canapino sorprendió, primero por la repercusión que tuvieron sus pruebas en Argentina y además con el movimiento que genera, por ejemplo, en las redes sociales, donde es uno de los cinco pilotos con mayor presencia y cantidad de seguidores.
«Yo desconozco la interna e intención real de la categoría, pero tengo que reunirme con Roger Penske cuando vaya a Texas y ahí tendré un panorama más claro para saber si vienen o no; después habrá que ver cómo hacer para que vengan”.
ANTECEDENTES DE LA INDY FUERA DE EE.UU:
AUSTRALIA: La categoría norteamericana no compite en Oceanía desde el 2008, cuando se utilizó al Surfers Paradise como escenario. En aquel trazado de Queensland se organizaron 18 carreras de IndyCar desde 1991.
MÉXICO: Entre 2002 y 2007, la extinta Champ Car corrió en la Ciudad de México. Se intentó reeditar esa plaza en 2018, en el Autódromo Hermanos Rodríguez que utiliza la Fórmula 1 y con la figura de Pato O´Ward en pista, pero no prosperó.
CANADÁ: Actualmente IndyCar contiene una sola fecha en su calendario que no es en un escenario contemplado dentro de los límites de Estados Unidos y es la cita canadiense de Toronto. Las carreras allí se sucedieron ininterrumpidamente entre 2009 y 2019 y retomaron luego de la pandemia en 2022.
JAPÓN: Entre 2003 y 2011 la categoría compitió sin pausa en Motegi, Japón, como parte de un acuerdo con Honda. En 2008 Danika Patrick se convirtió en la primera mujer en lograr un triunfo en IndyCar al imponerse en el compromiso nipón.
BRASIL: En Sudamérica, Brasil fue organizador del último evento no norteamericano. Fue entre 2010 y 2013, en el circuito callejero de São Paulo (también conocido como circuito do Anhembi) , donde el pasado fin de semana corrió la Fórmula E, en una nueva versión del trazado, en la primera visita de la categoría eléctrica al país vecino.
