En la Fórmula 1 nadie descansa, ni siquiera el conjunto deportivo que transcurre por una tranquilizadora etapa de dominio. Así, aún con ‘la taba’ a su favor, la Scudería Ferrari continúa trabajando en las mejoras pero con la tranquilidad de poder manejar estratégicamente el momento de presentarlas en público.
El jefe de equipo Mattia Binotto señaló que luego del GP de Australia que no habría grandes modificaciones. Tal vez porque la próxima competencia, el GP de Emilia Romagna en Imola, es la primera con utilización de la carrera Sprint del sábado y eso trae consigo la disminución de las tandas libres de entrenamiento disponibles donde recopilar datos de las nuevas piezas utilizadas.
«Intentaremos mitigar los contratiempos que todavía tenemos. Estoy pensando en el porpoising y el rebote que ha afectado nuestro rendimiento durante el fin de semana«, dijo Binotto tras la competencia de Melbourne, como único punto de preocupación para el equipo que toma distancia a favor en el comienzo de la temporada 2022.
Sin embargo, manifestó que los grandes cambios aparecerán luego: «Volveremos a trabajar en ese punto en concreto (por el porpoising), pero, para las mejoras significativas, habrá que esperar para más adelante en la temporada«. De esta manera, los F1-75 podrían llegar a aparecer en las siguientes citas con una estructura similar a la que les ha permitido ser destacados y se guardarían los secretos de desarrollo para otro momento del torneo.
Puntualmente, la pieza que se observa con mayores trabajos en las carreras iniciales está en el sector trasero del auto. El difusor final del piso que se probó con Charles Leclerc en los entrenamientos libres se colocan con la ambición de estabilizar esta sección, que deberá luego equilibrarse con modificaciones, probablemente, de índole aerodinámica. Lo propio sucedió con el #55 de Carlos Sainz, con sensores en los alerones y cámaras capaces de grabar gran cantidad de cuadros por segundo para ayudar a la interpretación de la deformaciones.