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La lesión de Hamilton y su decisión para el GP de Canadá

Lewis aseguró que corrió "aguantando y apretando los dientes" en el GP de Azerbaiyán, "rezando" para que termine.

Para Lewis Hamilton fue imposible ocultar los dolores. El piloto de Mercedes fue uno de los más afectados por el problema del rebote de los autos en la veloz recta de Baku. Este inconveniente en medio del GP de Azerbaiyán es parte del llamado ‘porpoising‘ que apareció con las nuevas reglas de aerodinámica en los autos de Fórmula 1 y profundizó las dolencias en la espalda del inglés.

Aseguró el siete veces campeón que estaba «aguantando y apretando los dientes» para llegar al final. Incluso admitió que, en esa situación, estaba «rezando» para que acabara pronto la carrera.

Hasta Toto Wolff, el jefe del equipo Mercedes, lanzó el pedido a la FIA para que intervenga y encuentre una solución al problema. «Va a tener que pasar algo«, dijo Wolff, preocupado por la manera en que afecta a los pilotos. Cuando se le preguntó si temía que el dolor pudiera obligar a Hamilton a perderse la próxima carrera, en Canadá, respondió que «sí, sin duda«.

Habló Hamilton el día después de la carrera

En su cuenta de Instagram, Hamilton señaló que aunque la carrera de Bakú fue dura y le ha costado dormir la última noche, no pensaba perderse el Gran Premio de Canadá del próximo fin de semana:

«La espalda está un poco dolorida y magullada, pero nada serio, por suerte. Me he sometido a acupuntura y fisioterapia con Ang [Angela Cullen] y estoy de camino a encontrarme con el equipo para trabajar con ellos en la mejora. Tenemos que seguir luchando. No hay mejor momento que el presente para unirse, y lo haremos. Estaré ahí este fin de semana, no me lo perdería por nada del mundo. Les deseo a todos un día y una semana increíbles«

Los autos de Mercedes han sido de los más afectados con el rebote. Apareció en la pretemporada, cuando recién se estrenaban los vehículos con el ‘efecto suelo’ moderno. Sumando a los baches del circuito urbano de Baku y las altísimas velocidades de su extensa recta, varios pilotos tuvieron inconvenientes físicos.

El debate sobre la seguridad en torno al ‘porpoising’ volvió sobre la mesa de las escuadras. Hamilton admitió que hubo «muchos momentos en los que no sabía si iba a llegar«, por el dolor.

Temía, incluso, perder el control del auto: «Estuve a punto de perderlo en alta velocidad varias veces«, dijo Hamilton. «Así que la batalla con el coche fue intensa. Y luego al final, las últimas 10 vueltas hasta la bandera a cuadros, sólo tenía que ir por dentro pensando en plan ‘puedes hacerlo, lo tienes. Sólo ten paciencia’«.

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