Al cumplirse 1h20m de las 6 horas de Portimao, segunda ronda del Campeonato Mundial de Resistencia, el Toyota GR010 N°7, conducido hasta allí por Mike Conway, fue llamado a los boxes para realizar una inesperada reparación en uno de sus componentes, ante la advertencia de las autoridades de la carrera que no registraban algunos datos telemétricos de la unidad.
Una falla en uno de los sensores, instalado en el torque trasero emitía datos erróneos ante lo cual la FIA y el organizador de la categoría, Automóvil Club del Oeste (ACO), no podían recopilar el funcionamiento del coche para luego evaluar su performance con respecto a los otros Hypercar.
Dichos componentes permiten conocer durante la competencia la temperatura, velocidad, potencia y cualquier otra referencia técnica que necesite la Federación Internacional para luego verificar que todo esté en orden, y determinar el Balance de Performance (BOP).
Tras siete vueltas detenido, y una vez reemplazado la pieza, el Toyota N°7 retornó a pista con José María López al volante, quien condujo en total durante 1h53m y completando 72 giros, cediendo luego el volante a Kamui Kobayashi y Conway, avanzando al noveno puesto, en tanto ganaba el N°8 de Sebastién Buemi, Brendon Hartley y Ryo Hirakawa.
6h. de Portimao: «1-2» argentino con Varrone y Pérez Companc