Los problemas que acusan los actuales autos de Fórmula 1, el «porpoising«, es un desafío que tiene en vilo a los ingenieros y diseñadores, con el fin de evitar el permanente rebote que se ve en cada circuito, cuando los autos alcanzan la máxima velocidad y la turbulencia produce esas inestabilidades.
Una solución a ello -al parecer- lo estudió Ferrari durante los días de test de neumáticos Pirelli, en el circuito de Imola, con diferentes configuraciones aerodinámicas y pisos en sus SF75, a cargo del líder del campeonato Charles Leclerc y Carlos Sainz.
Atento a estos trabajos, el profesor Alberto Juárez analizó el desarrollo de la casa de Maranello, y el camino que la escuadra dirigida por Mattia Binotto intenta tomar para correr en la pista de Montmeló, escenario del GP de España, el próximo 22 de mayo.
«Los invito a repasar esta nota, donde para disminuir el desequilibrio de presión en el difusor de descarga de aire bajo piso, varias aletas sectorizan la zona de baja presión. Cuando se transita por el desnivel de pista del piso o los pianos delimitadores, al elevarse el difusor el aire exterior que ingresa por la diferencia de presión con el efecto suelo, ocupa progresivamente los sectores delimitados por las aletas evitando la abrupta disminución de carga que desequilibraría el andar del auto«, señaló el Prof. Juárez.
El trabajo hecho por la escudería italiana se centró en obtener una mejor dirección del flujo aerodinámico a fin de contrarrestar el andar oscilante de sus autos. «El piso de la Ferrari 2022 tiene múltiples aletas en el 50% del sector del ala con esa función, además orientadas para que al inicio de la flotación descarguen lateralmente el aire en el momento crítico dónde empieza a empujar el auto hacia arriba por una cuestión de masa de ese fluido entre el ala y el piso«, indicó.
«Según el perfil, esto sucede entre 270 y 300 km/h. La solución Ferrari, permite usar un ala que cargue más, con el auto bien bajo que ayuda a disminuir el área frontal. El efecto flotación-rebote lo tiene, pero es progresivo y le permite disminuir la exigencia al neumáticos en la carga vertical, esto beneficia a la transmisión de potencia a alta velocidad en el momento del efecto y mantiene la eficiencia del frenado en ese momento«, sostuvo.
«Si la base del auto en general se lo permite, habrá más de uno que intente ir por ese camino«, concluyó Alberto Juárez, ante las variantes de configuración de los autos rojos y así conseguir una estabilidad en el momento de desarrollar la mayor velocidad, sin contar con el molesto «marsopeo» que se vio durante la temporada.