Agustín Canapino ganó en Paraná por primera vez en su carrera y estiró la diferencia en la punta del Turismo Carretera. El del Canning está imbatible y cerró otro fin de semana donde se llevó todos los puntos posibles. Así, el sueño del “penta” está cada vez más cerca, ya que tiene 47 unidades de ventaja, la misma cantidad que se repartirán en Toay. La última fecha en La Plata será la coronación con puntaje y medio.
En Mesa de Campeones, Canapino se mostró feliz por su momento: «Estoy agradecido al equipo y disfrutando este momento. No fue fácil poner a punto el auto el fin de semana. Hacía mucho calor y había mucha temperatura en la pista. Tuvimos que hacer correcciones para lograr el balance del auto, estábamos prácticamente todos con una situación difícil en el tren trasero y no era fácil a la hora de traccionar».
El «Titán» luchó codo a codo con Agustín Martínez tanto en la largada como en los dos relanzamientos posteriores, defendiendo la posición con eficacia: «Los momentos más difíciles fueron las largadas y los relanzamientos donde Agustín me atacó en todos, sobre todo el último donde estuvo bastante cerca de aguantarme en la curva tres por afuera. Una vez que yo quedaba adelante con potencial y aire libre, si bien no podía relajarme ni andar despacio lo traía controlado. Sabía que si no cometía errores podía ganar».
Previamente, en la serie, tuvo que mantener el primer lugar frente a Matías Rossi: «Me llegó en la largada 3/4 de auto adelante y yo bloqueo entrando a la curva uno. Fue importante, tuve que estirar a morir para aguantarlo y que no me haga la tijera. Esa y la que tuve con Agustín Martínez son momentos claves del fin de semana». En la batería, se repitió la rivalidad de la final de San Nicolás.
«El auto estaba parecido los dos días, las modificaciones fueron mínimas para el domingo y la clasificación la ganamos muy ajustada. Nos favoreció que en la primera serie estaba más fresco y nuestro fuerte es el ritmo. Salió una serie ideal, pude hacer todas las vueltas en menos de una décima y media. Salió todo como queríamos. Largar adelante la final era esencial para luego planificar la carrera», detalló sobre los cambios de un día para otro. Canapino había dicho post clasificación que no estaba del todo conforme con el andar del Camaro.
Sobre el auto, se mostró satisfecho de cómo su equipo lo puso en pista: «Las diferencias con las otras marcas son chicas. En torque Chevrolet es el que menos tiene, pero sí tiene buena potencia arriba. Con calor puede que sea más difícil, pero nos da tranquilidad de que somos el único Camaro que da pelea. Los otros no están en condiciones de ganar y es una cuestión de conjunto el caso nuestro». Además, agregó: «La realidad es que tengo el mejor auto y conjunto. Cuando las cosas están encaminadas todo se puede lograr de la mejor manera. No es más que eso». El 86 es el único de la marca que triunfó en el campeonato.
Paraná le era esquivo al del Canning, ya que nunca había ganado y solo tenía un podio. Sin embargo, levantó el pagaré en tierras donde Chevrolet domina pero donde Ford tiene grandes ídolos: «Paraná me encanta y acepto el folclore de la rivalidad Ford y sobre todo con Mariano. Me tocó compartir el podio con dos locales, también de Ford y fue bastante particular. Mientras esté el respeto, la pasión se entiende. Es un clásico y son esos autódromos que a uno le gusta ganar».
