En diálogo con ‘Grandes Campeones’, Ricardo Juncos analizó las disimilitudes que hay entre un Fórmula 1 y un IndyCar. Más allá de las distinciones estéticas, hay un abanico de cuestiones técnicas y en cuanto a reglamento y circuitos que hacen variar no sólo el comportamiento de cada auto, sino los resultados en pista. Con lujo de detalles, el propietario del Juncos Hollinger se encargó de explicarlo.
La primera diferencia que señaló tiene que ver con los diseños de cada uno. «Un IndyCar es muy diferente a un Fórmula 1. Hay una similitud en la velocidad, o está incluso por encima, pero también disparidades. En la F1 tenés presupuestos ilimitados, por lo que técnicamente son increíbles. Y toda la tecnología está puesta en el auto. Después, como el reglamento es libre, cada escudería tiene su propio diseño, pero estos tienen muy pocas opciones de cambio. Y, por ejemplo, Red Bull es naturalmente más rápido que el resto. Entonces, en condiciones normales es muy difícil que le puedan ganar»
«Técnicamente es muy bueno pero deportivamente te complica. Todos saben que si a Verstappen le das el último auto, no va a salir campeón. Y cualquiera que maneje el suyo podría llegar a pelear. Eso confunde a la hora de evaluar el nivel de los pilotos porque hay más técnica que piloto» Luego, marcó lo distinto que es esto mismo en la categoría estadounidense. «En la Indy, el auto es igual para todos. Se usan los Dallara, hechos por Dallara. La técnica es extremadamente precisa, así que con eso hay que tener cuidado. Pero, a la vez, hay cuatro áreas que no tienen reglamento: espirales, amortiguadores, balancínes de suspensión y barras estabilizadoras»
La suspensión es otra de las cosas que varía tanto entre una categoría y otra. Y, a su vez, lo que explica cómo la Indy puede correr en circuitos peores en cuanto al estado del pavimento. «En Fórmula 1 no hay posibilidad de cambiar la geometría de la suspensión. Trabajan con una carga dinámica excesiva en pistas que son una ‘mesa de pool’, porque si no no funcionarían. Dependen de controlar esa altura entre el asfalto y el auto. Si eso se descontrola, falla. En IndyCar corremos en circuitos callejeros que son un ‘potrero’ y la suspensión tiene que moverse. Por eso el desarrollo que tiene un Indy en amortiguadores es muy superior al de un F1«
Por último, hizo hincapié en el enorme trabajo que significa para el equipo buscar el mejor set-up en cada carrera. «El IndyCar tiene geometrías de suspensión variables, tanto delantera como trasera. Si combinás las posibilidades de cambio que tenés adelante y atrás, hay más de 120. Eso lo vuelve muy complejo, y hay que trabajar con muchos ingenieros porque al haber tanta libertad en la puesta a punto, en un fin de semana tenés poco tiempo para tomar las decisiones. Capaz para mejorar algo en el auto tenés 30 cosas que lo pueden hacer, pero solamente una es la mejor.»