La caótica carrera que tuvo Red Bull con Max Verstappen y Yuki Tsunoda durante el Gran Premio de Bahrein disputado el fin de semana pasado en Sakhir, y que motivaron el enojo del neerlandés por la demora en las paradas extensas en boxes, durante el reemplazo de los neumáticos, obligó a los integrantes de la escuadra de Milton Keynes a encontrar la solución y tras una exhaustiva revisión del sistema, se identificó el problema.
Un especialista electricista del equipo rastreó el origen del inconveniente con el semáforo de Red Bull en boxes, detectando en la mitad de la viga una falla que no registraba la señal que se indica desde las cuatro pistolas de las ruedas, una vez que quedan ajustadas la tuercas, y que activa las luces, pasando de rojo a verde para que los pilotos puedan retornar a pista.
«Me informaron de que hubo algún tipo de problema eléctrico o de cableado con la estructura, un problema que nunca he visto antes. Los pilotos dependen de esas luces, y las paradas fueron geniales; una de ellas fue una parada de dos segundos. Pero luego el piloto está esperando las luces. Todo se ha puesto en espera, y lo revisaremos a fondo«, manifestó Christian Horner, director deportivo de Red Bull Racing, con respecto a que esto no se repita en el fin de semana de Jeddah Corniche, en donde se corre el GP de Arabia Saudí.
Con ello se constató que este inconveniente no estaba afectado al procedimiento que realiza el equipo y que bien pudo haberse ocasionado en cualquier otro momento del fin de semana, aunque inesperadamente sucedió en plena competencia y cuando Verstappen era un serio rival para Oscar Piastri y su McLaren, quien consiguió ganar en la prueba de Bahrein.