Salvo en las temporadas 2015 y 2016, donde no consiguió clasificar, Jonatan Castellano siempre se ha metido en la Copa de Oro del Turismo Carretera. Hay algunos grises, teniendo en cuenta que en 2019 y 2020 se clasificó como uno de los de «último minuto» y no entre los doce al terminar la etapa regular. Pero de 2008 a la fecha, el «Pinchito» de Lobería siempre le ha dado una esperanza a Dodge de volver a campeonar en la máxima.
Y si hubo un circuito donde los Dodge exhibieron una notoria superioridad fue en Buenos Aires. La marca se mostró altamente competitiva durante todo el fin de semana y finalmente tuvo el 1-2. A priori podría verse como una chance perdida para Castellano, pero la gran escalada que tuvo teniendo en cuenta que en clasificación quedó 51° y finalmente terminó sexto la carrera permiten ser positivos con el fin de semana: «Nos jugó una mala pasada la clasificación pero me quedo con el vaso medio lleno que fue el potencial que mostramos» analizó en diálogo con Campeones.
Todavía, Castellano tiene cinco carreras para ir a buscar el uno que lo habilite definitivamente a pelear por el título. Si bien la marca no ha salido victoriosa en el Rosendo Hernández, el piloto entiende que podría ser una posibilidad: «Es llamativo que Dodge no haya ganado en San Luis. A priori es un circuito donde deberíamos funcionar bien» Chevrolet y Ford se reparten siete triunfos cada uno mientras que Torino posee los tres restantes en las diecisiete fechas que el TC corrió allí. Toay, que este año figura dos veces en el calendario, también podría ser un escenario factible para el triunfo según remarcó el «Pinchito».
Tendrá una compañía especial hasta que termine la temporada. Y es que el «Pincho» Oscar estará presente junto a su hijo en el tramo final de la temporada. «Tiene una capacidad y un ‘ojo clínico’ que sirve un montón. Si tiene algo para decir, aporta» reflexionó Castellano.
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