Tal como lo había adelantado al concluir el campeonato mundial de Fórmula 1, en donde conquistó su tercera corona, Max Verstappen llevó a cabo la prueba sobre un auto de GT3 antes de la celebración de Navidad, y viajó hasta el circuito internacional de Algarve, en Portugal, para cumplir con el test.
El piloto de Red Bull estuvo sobre un auto de “Il Cavallino Rampante”, la Ferrari GT3 296 en el cual alternó la conducción con su padre Jos Verstappen, quienes transitaron la pista de Portimao para además conducir otros modelos de Porsche y Audi, y poner en marcha el proyecto Verstappen.com Racing, que pretende en formar un equipo en la división GT.