Sabido es que en Fórmula 1 se pule el trabajo en las oficinas técnicas con los ingenieros, técnicos y mecánicos, hasta el mínimo detalle a fin de evitar contratiempos en el desarrollo de un fin de semana de Gran Premio, y conseguir cumplir con el plan de carrera. Como en toda actividad, hay situaciones inesperadas que alteran ese objetivo e impiden que la planificación se concrete, debiendo reprogramarla y solucionar en el momento el problema.
Charles Leclerc y el equipo Ferrari lo vivieron en carne propia en el Gran Premio de Bélgica el pasado domingo cuando viajaba detrás del Red Bull ganador con el campeón mundial Max Verstappen y este desprendió uno de los plásticos residuales que utilizan los pilotos en la visera del casco y al caer en la pista el monegasco no pudo evitar eludirlo.
Did Verstappen’s visor tear-off cause Leclerc to pit? 👀
The Ferrari driver was forced to pit due to an overheating issue 🛠️#BelgianGP #F1 pic.twitter.com/Zph0YJOQJm
— Formula 1 (@F1) August 29, 2022
Aparentemente, el material se adhirió a uno de los frenos delanteros y también afectó el funcionamiento de los sensores que controlan la velocidad en su SF75. Cuando se detuvo en boxes para un último cambio de neumáticos su auto transitó la calle de boxes de Spa, superando por un kilómetro el límite máximo (80 Km/h.), siendo penalizado con 5 segundos y perdiendo la posición con Fernando Alonso (Alpine).
Todo se descubrió cuando los mismos ingenieros de Ferrari fueron a revisar el video de la carrera y observaron el momento en el que Verstappen limpia el visor de su casco y retira el adhesivo de reemplazo, lo cual provocó el retraso de Leclerc y la perdida de puntos vitales en su afán de descontarle en el campeonato.